miércoles, 2 de agosto de 2023

Soltar

 

La vi meterse en la fila de Transmilenio y perderse en la multitud. La busqué con la mirada, mientras aminoraba el paso, pero recordé que ya es adulta y no pude ver a la niña blanquita y ojerosa, a la enferma e indefensa. Seguí  mi camino sin mirar atrás y tuve que tragarme el miedo y las lágrimas.

Update: dice que en este momento está en el Café Pushkin.








1 comentario:

  1. Hermoso sentimiento de madre. No hay nada mas dificil que aceptar que ese ser que tanto se ha protegido empieza a andar su camino sólo(a). Divino pensamiento.
    GG

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