domingo, 8 de junio de 2014

El día que Mr. Músculo dejó el cerebro en la casa



Lo vi en medio de la gente, me miraba insistentemente, así que en medio del frenesí de la música y el licor y lo invité a bailar, cosa de la cual me arrepentí dos segundos después de que pude observar su dificultad motriz paraseguir ritmo del rock ochentero de Abbot y Costello.
El hombre muy atento quiso invitarme algo de beber, pero yo estaba con mi familia así que le dije que no, sin embargo insistió y dijo que pagaría por todos... 
Hasta ahí, mi relato no tiene nada novedoso. Es algo típico en un bar cuando un tipo quiere impresionar a una mujer. Las cosas empezaron a ponerse extrañas cuando noté que el pobre hombre no articulaba con claridad ninguna frase. Decía cosas como: motos, músculos, aguardiente,  dinero...

Aunque no me pareció tan salido de contexto pues venía de un hombre cuyo perfil conozco de cerca: el conquistador que se cree irresistible y que no lee ni medio libro al año porque cree que con la carita es suficiente para ser exitoso. (No niego que estos hombres son muy atractivos visualmente, pero por lo general son una decepción masiva). Así que no me pareció extraño, pero cuando quiso quitarse la camiseta en medio de la pista, sentí además de vergüenza ajena, una sensación horrible de estar en peligro, como en efecto ocurrió... al notar mi disgusto por su intención de desnudarse en medio de más de 100 personas, el tipo se enloqueció y empezó a zacudirme como queriendo hacerme cambiar de parecer, pero moviéndome el cerebro...

Lo hizo dos, tres veces seguidas, hasta que llegó uno de mis amigos al rescate... No lloré, porque las street figthers no lloran, pero sí tuve miedo... 

La situación no pasó a mayores y es motivo de risas entre mis amigos y familiares, y en realidad más que el hecho de que me maltratara físicamente, lo que no puedo superar es que en medio de su locura de alcohol y ácido creyera que su aspecto físico era suficiente para conquistarme a mi (o a cualquier mujer normal) era tal su desconexión entre cerebro y lengua que cuando se presentó con uno de mis familiares dijo: mucho gusto soy motociclista, tatuado...  (jajaja).