viernes, 13 de noviembre de 2009

Redonda como la Luna


Hace seis años estaba redonda. Era quizás la mujer más redonda del mundo. Me sentía gigante y pesada, pero feliz. Contaba cada hora que pasaba en el reloj. Llevaba nueve meses esperando aque día. Hace seis años esperaba a mi nena. Pero no nació en un día como hoy. No. Llegó como navidad anticipada el 24 de noviembre, luego de un parto sin aspavientos en una noche fria. Llegó para recordarme que mi existencia valía la pena, tanto como para tener el privilegio de traer a este "paraiso" un ser tan maravilloso como ella.
Me miró con sus ojos grandes, muy grandes, tanto que llegué a dudar de su procedencia terrestre, parecía un alien... era sólo ojos. Pero para mí era la bebé más bellamente fea del mundo, era mi bebé.
Hoy, después de superar la ictericia, el asma, la dermatitis, y un hermanito mayor ( de quien hablaré en otra ocasión) es una hermosa niña llena de geniales ingenuidades, dotada de gracia y habilidades para confrontar la vida. Es fuerte y clara, no duda en decir lo que piensa y en exigir lo que quiere. Cuando pienso en ella, viene a mí su figurita ágil que corre a saludarme entre salticos y gritos de "mamiiiiiii". Es una fiesta hecha niña.
La miro y me siento bendecida, maravillada. Quiero que sea una mujer capaz, habil, decidida, sin miedos, sin telarañas que le amarren las alas. Quiero que ame, pero con la claridad mental suficiente que le permita emprender el vuelo cuando no la amen bien. Deseo verla amándose a sí misma, respetando lo que es y como es: una flaquita, larguirucha, más blanca que la leche, hermosa, única.
Quisiera quitar de su camino las espinas, los obstáculos, las lágrimas, las malas personas. Pero no puedo. Sólo me queda acompañarla, caminar a su lado, para que llore en mi hombro y quizás llorar con ella; para reir y sentirme orgullosa y que lo sepa. Sólo me queda esperar con este amor angustioso de madre, que la vida sea tan buena con ella, como lo ha sido conmigo y le de la oportunidad de crecer y ser una mujer plena, segura y feliz.